Intentar “definir” la Luz es imposible estando nosotros dentro de la Luz.
Un ser que vive dentro de un ecosistema, si sale, al no tener la capacidad ni de vivir ni de percibir por sus propios sentidos en forma natural, le es imposible ver y sentir cómo es y cómo está formado ese ecosistema.

Un virus que vive dentro del cuerpo nunca podrá ver y explicar el cuerpo en el que vive y se multiplica desde fuera de él.

A pesar de todo esto, la Luz existe, nos rodea y nos interpenetra.
La Luz es ese lugar donde existimos y tenemos nuestro ser.

Entonces, desde las regiones ocultas del más allá, la Luz recorre todo el mundo conocido y no conocido y ese poder, toca, ingresa y habita en todas las criaturas. Y nos permite manifestarnos con identidad individual y como fuente de la Vida misma.


Sin Luz, no tendríamos individualidad ni personalidad.

Dicho esto, algunas tradiciones citan al Creador, Conservador y Destructor de todo lo existente, quien les revela a aquellos que buscan refugio, salvación y/o supervivencia, una experiencia que se manifiesta en el interior de cada uno de ellos como “Poder que les da la Vida” y permitiéndoles sentir ese “Momento Especial”.

Cuando los “Sabios de la Luz” revelan esa experiencia interior a esos buscadores, les dan la posibilidad de vivir esa experiencia práctica y tomar contacto con ese conocimiento para llegar a experimentar el entendimiento y la comprensión del Camino Dorado para que se conviertan en un Faro Lumínico que servirá de guía a todos aquellos buscadores que van tras los pasos de los Sabios de la Luz.

Estos Sabios, con su Luz, sin cuerpo y sin forma, vierten su energía vital, al igual que el agua es vertida en distintas vasijas, adhiriéndose a estas para transformar las apariencias internas y externas de esos buscadores en las más variadas e infinitas expresiones de la Luz.

Quien busca la Luz se encandilará y no podrá ver a los Sabios de la Luz

Si quieres conocer más sobre el uso de la Luz, sigue las Enseñanzas Esenias.

Solsticio de Luz
Solsticio de Luz
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